

Como quien teme a la atención pública sobre sus acciones y se refugia en los vientos finsemanescos de la tarde de los viernes (casi todos sus anuncios anticubanos se han dado esos días de semana), Marco Rubio notificó este 11 de julio nuevas medidas coercitivas contra Cuba.
Tratando de hacer del 11 de julio una forzada fecha de movilización contrarrevolucionaria, con el propósito Malloryano de hacer reventar la soga, el Secretario de Estado estadounidense anunció la inclusión de otros 11 hoteles cubanos en la infame lista de entidades cubanas prohibidas y en la lista de alojamientos prohibidos para los ciudadanos de su país.
Todo lo que signifique cortar entrada de divisas a Cuba y asfixiar sus finanzas, y con ello provocar desespero a la población, está en la agenda particular y cínica del señorito Rubio.
Unido a ello, anunció la prohibición de entrada a Estados Unidos al Presidente cubano y también a los ministros de las FAR y el MININT, que ya estaban sujetos a tal tratamiento desde 2021. Papelacero y ridículo el «mister».
También habló de una lista secreta de funcionarios judiciales y del sistema penitenciario que no tendrán derecho de visas.
Siendo sarcástico, quizá podría pensarse que el inefable Secretario de Estado está tratando de no cargar de trabajo a su Departamento gubernamental, del que hoy ha despedido a más de 1300 funcionarios.
Pero la realidad es que Rubio sigue apostando a la política de máxima presión extrema contra el gobierno y el pueblo cubanos, y como su jefe, anda lanzando guantazos a diestra y siniestra.
Su espíritu avieso está detrás del memorando remedado del pasado 30 de junio, el showcito injerencista de la residencia diplomática de su país en La Habana hace unas jornadas, y ahora estos anuncios de nuevas medidas de agresión.
Con total cinismo habla de derechos humanos, represión y corrupción, el mismo tipo que acaba de dictar sanciones contra la reconocida jurista italiana Francesca Albanese, relatora especial de la ONU sobre la situación de los derechos humanos en los Territorios Palestinos ocupados, por atreverse a denunciar los crímenes atroces del gobierno israelí contra la población palestina; el mismo hipócrita que guarda silencio ante la tenaz represión de los migrantes y su reclusión forzada en la siniestra cárcel de «Alcatraz de los Caimanes»; el mismo camaján que aplaude el enorme tráfico de influencias de la familia Trump
En el mensaje de video que envió a sus asalariados en Cuba, Marco Rubio llamó a oponerse a “un régimen que hace todo lo posible por castigarlos a ustedes y a sus familias”. ¿Se estaría mirando en el espejo de su narcicismo?
Rubio y sus acólitos son responsables directos del sufrimiento y las necesidades que hoy enfrentamos los cubanos y del flujo migratorio irregular que ha sufrido el país y ahora molesta a Trump y los trumpistas, que amenazan con expulsarlos y negarles todo derecho.
Pero, pese a toda la maquinaria de agresiones desplegada por el gobierno estadounidense, pese a la continuada campaña de intoxicación en redes sociales y medios digitales, pese a la tubería de dinero que Marco Rubio maneja para los planes subversivos, la estrategia imperial no ha logrado sus objetivos estratégicos. Cuba está firme y sigue en pie, por la enorme capacidad de resistencia y el honor de su pueblo.
(Fuente: Cubadebate)