Biblioteca Nacional de Cuba, un monumento para el saber

La Biblioteca Nacional de Cuba José Martí, declarada Monumento Nacional el pasado 30 de junio, cumple hoy 120 años de fundada por el enciclopedista, bibliógrafo y periodista Domingo Figarola Caneda, quien ejerció como su director hasta 1920.

Ubicada en la avenida Independencia y 20 de Mayo, en el municipio de Plaza de la Revolución de La Habana, la Biblioteca, con su colosal arquitectura, constituye el archivo más importante de Cuba. En los años de la primera ocupación estadounidense, un grupo de intelectuales independentistas lograron que con la República surgieran instituciones nacionales que debían laborar en el rescate, conservación, estudio e integración de todo el patrimonio acumulado en el pasado. De ese modo surgió la Biblioteca Nacional, en medio del desinterés oficial por la Orden Militar 234 del Gobierno Interventor.

Es una institución que ofrece la posibilidad de intercambiar con la cultura, la ciencia, la historia y el arte; una invitación para que investigadores, estudiantes, profesores y lectores en general interactúen con la creación cultural, científica y artística de Cuba.

La biblioteca preserva un patrimonio amplio y heterogéneo. Contiene las referencias bibliográficas de los documentos procesados y conservados en sus fondos. Incluye entre sus colecciones carteles, fotos, libros, mapas, publicaciones seriadas, arte…

Entre las salas con colecciones especiales se encuentran la de Colección Cubana Antonio Bachiller y Morales, la de arte Wifredo Lam, la de Colección Martiana, la de Etnología y Folklore, una fototeca y una mapoteca, además de la sala de Música León-Murguecia, entre otras.

El crítico, ensayista, editor y profesor cubano Omar Valiño Cedré asumió en diciembre de 2019 la dirección del centro. De acuerdo con una entrevista suya en la que se refirió a este aniversario de la institución expresó: «hay algo que siempre me gusta resaltar al hablar de los 120 años de la Biblioteca: aquí hay una particular riqueza, un acervo que nos define como cubanos. Pocos lugares cuentan con ese privilegio. Aquí hay un acumulado de conocimiento, creación, complejidad, densidad (…) que habla profundamente de nuestra identidad, y no de nuestros clichés. Ese es el valor de ese largo proceso de atesoramiento, que no termina nunca. Es tan valioso lo que se conserva de siglos pasados como lo que se va agregando todos los días».

Entre los cometidos del establecimiento están la adquisición, preservación y conservación en cualquier formato y soporte del patrimonio bibliográfico del país y lo más representativo de la cultura universal, así como su difusión a usuarios presenciales y virtuales.

Ejerce como centro bibliográfico nacional, encargado de compilar, publicar y difundir la Bibliografía Nacional, el Índice de Publicaciones Periódicas Cubanas, la Bibliografía Nacional de José Martí y otras bibliografías. Constituye un agente coordinador en asuntos bibliotecarios, y es el centro de difusión para la investigación científica en bibliotecas, la investigación cultural e histórica, la superación y especialización bibliotecarias.

Igualmente, actúa directamente en la promoción cultural nacional, en la vinculación de las diferentes manifestaciones artísticas relacionadas con el patrimonio bibliográfico nacional que atesora, para propiciar el desarrollo de la cultura cubana y universal.

Es una fuente silente de lectura, un espacio no solo de formación profesional, sino también de crecimiento espiritual, un gran repositorio al que cualquier persona puede acceder. Además de su colosal arquitectura, la biblioteca resulta un refugio de cultivo artístico y científico.

 

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