Díaz-Canel: Cuba logra control de la COVID-19, pero hay que aprender a vivir con la enfermedad

Miguel Díaz-Canel Bermúdez, primer secretario del Partido Comunista de Cuba y presidente de la República, afirmó hoy que varios modelos desarrollados en el país corroboran un comportamiento al decrecimiento y el control de la pandemia; no obstante, se debe aprender a convivir con la enfermedad.

A decir del mandatario en comparecencia en televisión nacional, como resultado del proceso de inmunización que se lleva a cabo, en las últimas cuatro o cinco semanas se evidencia un decrecimiento que permite hoy indicadores por debajo de los 400 casos diarios, regresando casi a los niveles que había en enero de este año, lo cual demuestra un control de la enfermedad.

También han ido disminuyendo las muertes y luego de los picos de julio, agosto y septiembre, descendieron en octubre con el efecto de la vacunación masiva.

Díaz-Canel presentó una tabla comparativa entre Cuba y otros países del orbe y la región evidenciando que en la nación existe un control de la pandemia, con un 98 por ciento de casos recuperados de la enfermedad y una letalidad de 0.86, cifra muy por debajo de las existentes en el mundo y América Latina y el Caribe.

Estos números, ahondó, demuestran la eficiencia del trabajo realizado a pesar de carencias y la incidencia del bloqueo económico, comercial y financiero, dijo.

Ahora estamos desafiados, precisó, a convivir con la enfermedad, y aunque no hay indicios científicos que indiquen que va a desaparecer, se ha consolidado un método cubano para enfrentarla, logrado a partir de la gestión de la ciencia y la innovación en función de combatir la COVID-19.

Calificó esa estrategia como integral, desplegada desde el momento en que se conoció sobre el virus hasta la obtención de vacunas, tratamientos y fármacos para mejorar la calidad de vida de los convalecientes y la atención a los más vulnerables.

Más del 70 por ciento de la población cuenta con el esquema completo de vacunación y más del 90 por ciento tiene al menos una dosis, cifra en aumento a pesar de que comenzamos la inmunización anti-COVID-19 en una etapa tardía por las limitaciones que nos obligaron a fabricar nuestras propias vacunas, significó.

Ocupamos el lugar 33 en el mundo en cuanto al porcentaje de personas vacunadas y semanalmente crecemos un 4,4 por ciento, puntualizó.

Subrayó que se han creado laboratorios en todo el país, se han producido medicamentos innovadores, se han aplicado fármacos que tenían resultado en el tratamiento de otras enfermedades y se han diseñado y fabricado equipos médicos, como por ejemplo los ventiladores pulmonares.

La única garantía de mantener la situación bajo control es nuestro comportamiento a partir de la responsabilidad colectiva, institucional y personal, que estemos a la altura del desafío que implica pasar a la nueva normalidad, con seguridad y sostenibilidad, resaltó Díaz-Canel.

Vamos ahora al refuerzo, tenemos un sistema de trabajo robusto y la voluntad de perfeccionarnos, aseguró.

Explicó que por las características de la estrategia de vacunación en Cuba hay personas que ya tienen más de cuatro meses de inmunizadas, y las tendencias en el mundo apuntan a que ante la aparición de cepas más agresivas es necesario que en determinado tiempo se apliquen dosis de refuerzo.

Los científicos cubanos, continuó, coinciden en que la efectividad de los inmunógenos cubanos está comprobada con altos niveles de anticuerpos, pero también plantean que tomando en cuenta las tendencias internacionales y que no podemos retroceder, resulta preciso administrar dosis de refuerzo empezando por quienes llevan más tiempo vacunados.

Esta acción de refuerzo es posible porque tenemos vacunas propias, con una efectividad y seguridad demostradas, y los estudios señalan la pertinencia de emplear Abdala, Soberana Plus y Soberana 01 con este fin, y además continúan los ensayos clínicos con el candidato vacunal Mambisa.

Díaz-Canel recordó que han sido dos años muy duros pero el país se va levantando, controlando la enfermedad y retoma su estabilidad.

Asimismo, reconoció a los más de ocho mil 270 compatriotas cuyas vidas arrebató la COVID-19, transmitió las condolencias a sus familiares y amigos, y destacó que se trabajó para que los fallecimientos fueran mínimos.

Alegó que esta situación se ha enfrentado en medio de una cruel y criminal política del imperialismo yanqui contra Cuba, que trató de aprovecharse del momento para apretar todas las tuercas del bloqueo.

Independientemente de que el bloqueo persista, aseveró, estamos obligados a saltar por encima de él con nuestras propias fuerzas.

 

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