Díaz-Canel en la Asamblea Nacional: “Es heroica la página que el pueblo cubano está escribiendo ahora mismo”
El presidente cubano Miguel Díaz-Canel clausuró esta tarde el Quinto Periodo de Sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular. Su intervención ante los diputados comenzó recordando a Camilo Cienfuegos, “el de la sonrisa ancha, el hombre de pueblo llano y sencillo que defendió como poco la lealtad a Fidel y a Raúl”.
El mandatario hizo alusión a que por primera vez en su historia la Asamblea Nacional sesiona de manera virtual, y anunció que nuevas legislaciones serán propuestas en la venidera sesión en diciembre.
Destacó que el ejercicio legislativo fue acompañado por una amplia participación de especialistas y la población. “Es una experiencia que debemos continuar y perfeccionar”.
La aprobación hoy de las leyes del Servicio Exterior; de Organización y Funcionamiento del Consejo de Ministros; de Revocación de los Elegidos a los Órganos del Poder Popular, y del Presidente y Vicepresidente de la República, asegura el desarrollo normativo de los preceptos constitucionales y fortalece el orden institucional del país, expresó Díaz-Canel.
Sobre la ley del Servicio Exterior, abundó que perfecciona y consolida su organización, y el papel del Ministerio de Relaciones Exteriores en el cumplimiento de la política exterior del Estado, basados en los principios enarbolados en la Constitución.
En cuanto a la ley de Revocación de los Elegidos a los Órganos del Poder Popular, resaltó que desarrolla una de las reglas de la democracia socialista, en cumplimiento de lo previsto en la ley Electoral. A tono con la Constitución, recoge las autoridades elegibles y los procedimientos para su revocación.
Estas sesiones de trabajo, prosiguió, nos han permitido cumplir con tareas pendientes, como la aprobación de la liquidación del presupuesto del Estado del año 2019, cuyos ajustes permitieron respaldar el incremento parcial del salario en el sector presupuestado y de las pensiones, que demandó más de 4 mil millones de pesos.
Recordó que el pasado año estuvo marcado por el recrudecimiento del bloqueo impuesto por Estados Unidos, que nos planteó la necesidad de potenciar los ingresos fiscales, a partir, entre otras cosas, de la disciplina tributaria en todos los sectores de la economía.
Díaz-Canel planteó la necesidad del enfrentamiento riguroso al incumplimiento tributario y la evasión fiscal, que junto al uso más racional de los recursos presupuestarios, deben garantizar la reducción gradual del déficit fiscal, y la gestión sostenible del ordenamiento público para alcanzar los indispensables equilibrios macroeconómicos.
Se refirió a la aprobación en julio de la estrategia económico-social para enfrentar el complejo contexto impuesto por la COVID-19 y las sucesivas escaladas del bloqueo.
“No olvidemos que los efectos de esa prolongada guerra económica se arrastran por décadas y que solo entre los años 2019-2020 se aplicaron más de 130 medidas para asfixiar la economía, crear descontento en la población, y culpar de todas las dificultades a la supuesta deficiencia del modelo cubano”.
El panorama, continúo Díaz-Canel, no podía ser más desafiante. A la profunda afectación de los ingresos provenientes del turismo, se unió el incremento de los gastos de Salud para controlar la pandemia, la interrupción de actividades productivas y la casi paralización de los negocios privados, entre otros factores.
“Conscientes de que todo dependerá de nuestros esfuerzos, se ha trabajado en el control de la epidemia, y a la difícil situación económica, sin renunciar a los programas fundamentales del país, recogidos en el plan nacional de desarrollo hasta el 2030”.
Reiteró la voluntad del Gobierno de avanzar con determinación en los dos meses que quedan del año, “para alcanzar el mayor nivel de implementación posible dentro de este 2020”.
“Es preciso acelerar el ritmo y las transformaciones profundas que nos debemos como nación”, señaló e insistió en el papel de las universidades y centros científicos.
Sin descuidar ni un instante las medidas de enfrentamiento a la pandemia, resulta vital que el sistema empresarial ponga en práctica las medidas aprobadas recientemente.
“Las facilidades para exportar e importar, y las transformaciones que se introducirán para las formas de gestión no estatal, así como la implementación de la política de desarrollo territorial y el ordenamiento monetario, permitirán disponer de un tejido empresarial más interconectado productivamente”.
Reafirmó que implementar con resultados la estrategia económico-social es la tarea de mayor prioridad en estos momentos. “Exigiremos a todos los niveles gubernamental y empresarial el control de las medidas vinculadas con esta estrategia”, apostando primero a la producción y comercialización de alimentos y potenciando el ahorro de divisas.
Otros elementos importantes, según Díaz-Canel, son destrabar procesos, hacer más simples y transparentes los procedimientos administrativos, fomentar el vínculo entre el sector estatal y no estatal, y actualizar las estrategias de desarrollo territorial.
El bloqueo afecta la vida de todos los cubanos
Durante este año, el imperialismo optó por recrudecer el bloqueo de manera extrema y sin precedentes. “Si bien el desempeño frente a ese flagelo ha sido exitoso, afrontamos serias dificultades para obtener el equipamiento de alta tecnología que permite mayor precisión en los diagnósticos y en los tratamientos de los pacientes”.
Díaz-Canel denunció que los Estados Unidos continuó los intensos esfuerzos para impedir el acceso a los combustibles; atacó directamente al sector de los viajes, e impuso restricciones unilaterales e injustificadas en la transportación aérea entre los dos países.
En meses recientes el gobierno norteamericano ha procurado limitar al máximo el envío de remesas familiares. Con ese objetivo, hace pocos días anunció medidas que anulan en la práctica las posibilidades de quienes viven en Estados Unidos de ayudar a sus familiares en Cuba por vías seguras e institucionales.
El presidente dijo que los pretextos que usan para justificar esta actuación son cada vez más cínicos y desvergonzados. “Nadie puede llamarse a engaño. Se trata de una acción que afecta a un número considerable de compatriotas y su vínculo con sus familiares que residen en el vecino país”.
El bloqueo económico carece de justificación política, jurídica y moral y continúa siendo el principal obstáculo para el avance de las relaciones comerciales de Cuba con EE.UU., así como afecta la vida de todos los cubanos, viola los derechos humanos y dificulta la comunicación, los viajes y las visas, pero “es incapaz de doblegar nuestra capacidad de resistencia”, ni logrará someter a la nación cubana al dominio imperialista.
El presidente recordó, además, los ataques contra la cooperación médica cubana.
Cuba defiende el multilateralismo y la cooperación internacional
Díaz-Canel hizo alusión a la desfavorable situación económica internacional debido a los impactos de la pandemia, una realidad que afecta a Cuba y a todos los países.
En este escenario, la Isla ha defendido el respaldo al multilateralismo y el fomento de la cooperación internacional, señaló y recordó la elección de Cuba, con el respaldo del 88 por ciento de los estados miembros de la ONU, como miembro del consejo de Derechos Humanos.
Sobre el contexto internacional, Díaz-Canel denunció la resurrección de la doctrina Monroe que afecta a todas los estados del hemisferio, y reafirmó la solidaridad con Venezuela y su presidente legítimo, así como felicitó el triunfo del MAS, que recupera las conquistas sociales en Bolivia.
También elogió la victoria de la causa chilena y dijo que la integración latinoamericana tiene fieles exponentes en los gobiernos de México y Argentina.
En pocos meses, millones de personas se contagiaron de la COVID-19, perdieron sus trabajos y estudios. En el caso de Cuba, la epidemia llegó en conjunción con el bloqueo reforzado. “No ha habido tregua en esta guerra asimétrica y multidimensional, ilegal e inmoral por desaparecer nuestro ejemplo de independencia y soberanía de la faz de la tierra”.
“Pero los que militamos en el bando de los inconformes y de los optimistas, como Fidel y Raúl, aprendimos con ellos y de sus compañeros de lucha que todos los desafíos pueden ser vencidos. Los cubanos estamos demostrando otra vez que sí se puede”, aseveró el presidente.
Era rendirnos o saltar por encima de nuestras fuerzas
En estos meses de pandemia, prosiguió, se ha confirmado la capacidad de la economía planificada y del sistema de Salud del socialismo cubano, en el control de los brotes y para brindar asistencia segura a toda la población, sin diferencias.
“Mientras que la profunda desigualdad creada y alimentada por la filosofía capitalista, está pasando una lamentable factura a vidas humanas en muchos países, incluso de alto desarrollo, Cuba ha logrado mantener a raya el virus y bajar a niveles ínfimos su letalidad”.
Resaltó que un grupo de expertos de varias disciplinas ha puesto los cimientos de la sólida estrategia que el Gobierno edificó no sin grandes esfuerzos, para cercar y derrotar a la COVID-19.
“No hay misterio en esa fuerza capacitada y talentosa trabajando por un mismo objetivo, es el socialismo. Un socialismo todavía imperfecto y cargado de lastres que debemos ir soltando por el camino, pero esencialmente humano y justo, como no lo ha sido ningún otro sistema en la historia”.
Según Díaz-Canel, “que un país pequeño bloqueado y difamado por la mayor potencia de la historia, resista duramente los ataques de su adversario y, además, se crezca, creando, innovando y aportando a la salvación colectiva, dentro y fuera de sus fronteras, sólo puede explicarse por la orientación humana de un proyecto, la voluntad política del Partido y del Gobierno y la extraordinaria fortaleza de un pueblo experto en resistir y vencer”.
“No es una casualidad, es una causalidad. Hay un componente que está en el ADN cubano, en la mezcla magnífica de etnias e historias, de resiliencias continuas de la que emerge esa dulce palabra: cubano”.
Al decir de Díaz-Canel, hay otro factor no menos importante: “la construcción consciente por más de 60 años de una obra más grande y fuerte que nosotros mismos, con un liderazgo auténtico, respetado y admirado en el mundo, más respetado y admirado mientras más ha resistido los golpes del adversario sin rendirse. Hablo, por supuesto, de Fidel, de Raúl, de la Generación del Centenario, a las que nos honra seguir con orgullosa entrega en la causa a la que ellos consagraron sus vidas”.
La pandemia ha provocado una confrontación de paradigmas, en las que está venciendo sin dudas la perspectiva social y humanista de la Revolución Cubana, argumentó el mandatario y destacó el actuar ejemplar de los jóvenes.
“Hoy constatamos que, sin dejar de causar daños, de impactar duro en nuestros limitados recursos, la COVID-19 nos obligó a superarnos en todos los órdenes. Era rendirnos o saltar por encima de nuestras fuerzas, y saltamos. Es heroica la página que el pueblo cubano está escribiendo ahora mismo”.
Sobre los ataques del gobierno norteamericano, Díaz-Canel valoró: “Cómo definir lo que hacen contra una pequeña nación, una isla o un archipiélago, con apenas 11 millones de habitantes, desde un poderoso imperio que tiene 30 veces esa población y casi 90 veces su tamaño. Todos los días una amenaza. Todos los días una sanción. Todos los días un acto de prepotencia”.
“Eso no es política, eso es atropello, eso es un abuso, eso es vergonzoso e infame. No puede llamarse política al estrangulamiento económico, la persecución financiera, la presión a terceros y la negación a aceptar un modo diferente de hacer las cosas”.
El presidente aseveró que el país crece, con compromiso de avanzar pese a las circunstancias en que un virus ha sumido al planeta. “Se quedarán nuevamente con las ganas los que se han empeñado en escribir el epitafio de esta revolución constante”.
Pidió a los diputados y presentes rendir un tributo especial al pueblo. “Que los aplausos que ellos entregan cada noche, a esa parte noble y consagrada de sí mismos, se sientan fuertes en esta sala en toda Cuba y para toda Cuba, porque sin la comprensión popular de cada medida, sin la participación masiva en su ejecución, el ideal político sería solo eso: un milagro”.
“Gracias Cuba. Siempre será un honor estar a tu servicio, Patria amada”, concluyó el mandatario.