Huelga del 9 de abril: la unidad como premisa del triunfo

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Se cumplen hoy 65 años de la Huelga General Revolucionaria del 9 de abril, hecho que continúa siendo una de las páginas más trascendentales de la Historia de Cuba, por las lecciones que dejó, en especial, lo necesario de la unidad como sinónimo de victoria.

Ante el llamado del Movimiento 26 de Julio, miles de jóvenes en toda la Isla se lanzaron a las calles para apoyar la lucha en la Sierra y derrocar la tiranía batistiana. Centenares de acciones ocurrieron a lo largo y ancho del país, entre las cuales destacaron la toma de emisoras nacionales y la transmisión por sus frecuencias del llamado a la huelga; el asalto a la armería en La Habana Vieja y a varios cuarteles; los paros en Guanabacoa, el Cotorro y Madruga.

También, ocurrieron sabotajes a varias terminales de transporte, la quema de gasolineras, así como importantes sabotajes en Matanzas, Jovellanos, Ciego de Ávila, Camagüey, Quemado de Güines, el Condado de Santa Clara y la paralización de gran parte del territorio oriental.

Sin embargo, la de mayor envergadura se desarrolló en Sagua la Grande, hoy municipio de la provincia de Villa Clara. El propio Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, en un discurso pronunciado en tierras sagueras con motivo del décimo aniversario de la Huelga del 9 de abril expresó: «(…) llegaban a nosotros los informes sobre las acciones en todo el país y en especial en la ciudad de Sagua; y resultaba realmente extraordinario cómo un número tan reducido de hombres, apoyados por el pueblo, había podido mantener bajo control durante 24 horas una ciudad del tamaño y de la importancia de Sagua la Grande».

Varios grupos de pobladores de esta ciudad emprendieron su accionar en diferentes puntos estratégicos de la urbe y efectuaron el ataque a plantas móviles de la compañía de electricidad y las dependencias de los talleres ferroviarios, entre otras maniobras, las que contaron con el apoyo decidido del pueblo, que también se sumó a la lucha.

El 10 de abril, ante la imposibilidad de prolongar el paro por más tiempo, y sabiendo que el levantamiento popular huelguístico en otros lugares del país había fracasado, los combatientes salieron de la ciudad, siendo masacrados por las fuerzas de la tiranía que, sedienta de sangre, no dudo en arrancar la vida a muchos de los héroes de aquellas jornadas.

Con razón Fidel diría posteriormente de aquel hecho:«(…) no hay duda de ninguna clase de que en la historia de nuestra Revolución, aquel día la ciudad de Sagua escribió una página imborrable de heroísmo».

Decenas de jóvenes en todo el país dieron su vida en aquella gloriosa jornada, luchando por el sueño de libertad, lo cual constituyó un ejemplo de hidalguía; además de demostrar la valía de nuestro pueblo, que fue capaz de recuperarse de aquel revés y conquistar la ansiada victoria.

Aunque la huelga no cumplió sus objetivos, dejó importantes lecciones: la primera, lo indispensable de la unidad entre las fuerzas revolucionarias para conseguir el triunfo. Días después el Comandante en Jefe Fidel envió una carta a Faustino Pérez, el 27 de abril, donde se leía: «Tengo la más firme esperanza de que en menos tiempo de lo que muchos son capaces de imaginar, habremos convertido la derrota en victoria».

Y así ocurrió. Poco más de ocho meses después, llegaría el triunfo revolucionario del Primero de Enero de 1959, con el cual se concretaban los sueños de aquel puñado de jóvenes que el 9 de abril habían pretendido tomar el cielo por asalto, y de las generaciones de cubanos, que en más de cien años de luchas, entregaron sus vidas en aras de ver libre a la Patria.

(Con información de Granma)

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