Martí firmó la orden de alzamiento el 29 de enero en Nueva York

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A finales de enero de 1895, en La Habana, desembarcó del ferry procedente de la Florida Miguel Ángel Duque De Estrada, quien por su vestimenta y modales pasó como comerciante en viaje de negocios ante los funcionarios de la aduana. Le dejaron el camino libre, sin mayor inspección, para andar por las calles de la ciudad, donde cumpliría la última parte de su misión como agente secreto encargado de entregar la orden de alzamiento para iniciar la Guerra Necesaria, organizada por José Martí.

Parecía que las autoridades, por la atenuación de su rigor policiaco, creían a pie juntillas la gran campaña de la prensa integrista que divulgaba el fin de la emigración patriótica, por la ocupación el 12 de enero de ese año de un gran cargamento de armas y varios barcos en el Puerto de Fernandina, en la propia Florida, Estados Unidos, destinados a expediciones e incautados por autoridades de ese país.

Para entonces se multiplicaron los agasajos y brindis en cuarteles, casinos hispanos y casas de dogmáticos que auguraban largos años de existencia de la siempre fiel isla de Cuba a la corona española.

No obstante, el desastre de La Fernandina emergió un milagro entre los cubanos que al informarse por la campaña enemiga, lejos de amilanarse, redoblaron su apoyo y espíritu de lucha al conocer la dimensión de los planes insurreccionales, que constituyeron una prueba de la capacidad de liderazgo de Martí.

El Apóstol de la independencia supo aquilatar la situación y ratificó la decisión de seguir con los preparativos. Consideró que, aun en esas difíciles circunstancias materiales, los máximos líderes debían llegar a la Isla a como diera lugar y firmó la orden de alzamiento el 29 de enero, en Nueva York, como Delegado del Partido Revolucionario Cubano, junto a Enrique Collazo y Mayía Rodríguez.

Resulta curiosa la forma original de enviar la orden a Cuba, reproducida en un fino papel y envuelta en un tabaco. De esa forma quien lo llevara tenía la posibilidad de destruirlo en caso de peligro al fumarlo o desecharlo si fuera necesario.

Según las versiones de la época, Gonzalo de Quesada y Aróstegui, cercano colaborador de Martí, viajó a Tampa y contactó al patriota Blas Fernández O’Hallorans, dueño de una próspera fábrica de tabacos, para que torciera personalmente cinco puros iguales, pero el que contenía el mensaje sería identificado por dos manchas amarillas en su capa superior.

El marcado iría junto al resto en el bolsillo del conspirador Miguel Ángel Duque De Estrada para ser entregados en La Habana a Juan Gualberto Gómez, jefe de los planes revolucionarios, quien debía hacer llegar el mandato a los restantes líderes en toda la ínsula.

En la orden se “[…] autoriza el alzamiento simultáneo […] de las regiones comprometidas […] durante la segunda quincena —y no antes— del mes de febrero”. Se insistía en que se “[…] considera peligroso y de ningún modo recomendable todo alzamiento en Occidente, que no lo efectúen a la vez que los de Oriente […]”, teniendo en cuenta las características del movimiento en esas zonas, y se reafirma la voluntad de la emigración de aportar “[…] los valiosos recursos ya adquiridos y la ayuda continua, incansable del exterior […] en la certidumbre de que la emigración entusiasta y compacta tiene hoy la voluntad y capacidad de contribuir a que la guerra sea activa y breve”.

Luego de cumplir con el último deber en el extranjero, el fundador del Partido Revolucionario Cubano viajó a Santo Domingo y firmó con Gómez, el 25 de marzo el Manifiesto de Montecristi. Posteriormente, en compañía del Generalísimo y de otros cuatro patriotas desembarcaron por Playitas de Cajobabo el 11 de abril de 1895. Transcurridos unos días, el 5 de mayo ocurrió el encuentro de ambos líderes con Maceo, que había arribado poco antes a suelo cubano.

José Martí cayó en combate en Dos Ríos, a los 42 años de edad, el 19 de mayo de ese año, después de haber cumplido parte de la obra de su vida al hacer posible el alzamiento armado que inició la Guerra Necesaria contra el colonialismo español.

(Con información de ACN)

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