Se apaga la llama: ¡Adiós Tokio, hola París!

Los Juegos Olímpicos de Tokio llegan a su fin. 17 días de pura emoción que la capital japonesa despidió este 8 de agosto en una ceremonia de clausura que puso el broche de oro a las Olimpiadas “más extrañas de la historia” y en las cuales Cuba terminó en el lugar 14 del medallero entre más de 200 delegaciones. Así fue su ceremonia de clausura:

Los fuegos artificiales se dispararon desde el Estadio Olímpico de Tokio para marcar el comienzo de este capítulo final.

En el segmento de apertura llamado un mundo de aplausos, revivimos la emoción de los Juegos Olímpicos con un video que repasa los 17 días de eventos y competencia.

La atleta venezolana Yulimar Rojas es estrella absoluta de esa recopilación, contó desde el estadio japonés la corresponsal de BBC Mundo en Tokio, Tamara Gil.

Expresamos nuestra gratitud por las innumerables personas que nos brindaron su fuerza y nos ayudaron a llegar a la ceremonia de clausura, dijeron los organizadores.

Minutos después, la bandera nacional japonesa fue llevada hacia el escenario del estadio por seis abanderados. Según los organizadores, este es un momento para que los anfitriones japoneses expresen al mundo entero la máxima gratitud por los profesionales de la salud que trabajaron incansablemente para ayudar durante la pandemia de covid-19.

En el estadio vacío -aunque con algo más gente que otros días- sonó el himno nacional de Japón, entonado por Takarazuka Revue, una compañía de teatro musical con una historia de más de 100 años.

El príncipe Fumihito, heredero al trono de Japón, se encontraba en las gradas junto a Thomas Bach, presidente del Comité Olímpico Internacional (COI).

A diferencia de la ceremonia inaugural de estos Juegos Olímpicos, en la clausura los deportistas desfilan sin un orden establecido. Sin embargo, muchas naciones no están representadas por sus atletas. Solo 66 deportistas de 204 aparecen en este evento.

Las regulaciones de Tokio hicieron que muchos competidores volaran de regreso a sus respectivos países en las 48 horas posteriores a la finalización de sus competencias para minimizar el riesgo de infección y la propagación del virus entre la población local, por eso algunas de banderas son portadas por voluntarios.

Los deportistas que quedan en Tokio salieron al estadio. Algunos bailan, otros hacen muecas a la cámara. Fue un momento de alegría.

Una de las actuaciones más llamativas fue la del grupo Tokyo Ska Paradise Orchestra, una banda japonesa de Tokyo ska, un estilo original basado en la música ska que se originó en Jamaica. A continuación, sonó el Himno de la Alegría de Beethoven en el Nuevo Estadio Olímpico de Tokio.

También se le rindió homenaje a los cerca de 71 000 voluntarios que ayudaron a que los Juegos se desarrollaran sin problemas.

Tokyo 2020 llegó a su fin, pero el espíritu continuará en los Juegos Olímpicos de 2024. Al final de la ceremonia, sonó el himno olímpico y se bajó la bandera olímpica, que el gobernador de Tokio entregó al presidente del COI y, finalmente, al alcalde de la próxima ciudad anfitriona, París. Entonces, se escuchó el himno nacional francés. La bandera nacional francesa se izó al compás del himno, mientras París presentó su segmento artístico.

Y mientras el estadio vacío en Tokio despidió las olimpiadas, París invita al mundo a los próximos Juegos Olímpicos de Verano. Solo quedan… ¡1083 días!

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