Seis provincias cubanas reportan transmisión de dengue
Una importante información sobre acciones de refuerzo para el enfrentamiento al mosquito Aedes Aegipty y las enfermedades que transmite fue compartida este martes, desde el Palacio de la Revolución, por el ministro de Salud Pública de Cuba (Minsap), José Angel Portal Miranda, en la reunión del Grupo Temporal de Trabajo para la prevención y control de la pandemia de la COVID-19.
Si bien puede hablarse de un control de la enfermedad, se encienden bombillos rojos a partir de que, actualmente, «tenemos transmisión de dengue en seis provincias, diez municipios y 17 áreas de Salud en el país». Así afirmó el titular del durante el encuentro que estuvo encabezado por el primer secretario del Comité Central del Partido Comunista y presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez; así como por el miembro del Buró Político y primer ministro, Manuel Marrero Cruz.
Portal Miranda mencionó a las provincias de Sancti Spíritus, Holguín, Santiago de Cuba, La Habana, Las Tunas y Camagüey como los territorios donde se ha presentado la transmisión; y enunció que ya están siendo evaluados otros escenarios para definirlos como espacios en los que se está produciendo ese riesgoso fenómeno: «Hay un incremento de la focalidad –dijo–; hay un incremento de los casos sospechosos, lo que habla de un incremento de la transmisión, en estos momentos, en el país».
Sobre el aumento de los casos sospechosos que ha tenido lugar en la última semana, el Ministro de Salud Pública detalló que Holguín, Camagüey, Guantánamo, Las Tunas, Cienfuegos y La Habana presentan los mayores indicadores, «por encima de la media del país, lo que representa una tasa de muy alto riesgo».
«Hay que cerrar filas en cada uno de los territorios con la experiencia que tenemos de trabajo, vinculada al control del vector», enfatizó Portal Miranda.
Las acciones principales de vigilancia y lucha antivectorial incluyen el trabajo focal en un ciclo intensivo, ahora en los próximos 24 días, abatizando en los 71 municipios definidos como de mayor riesgo; intensificar el tratamiento biológico con peces en grandes depósitos de agua; y la revisión y tratamiento del 100 % de los tanques elevados, y de locales abandonados o cerrados.
El titular hizo referencia, además, al monitoreo y tratamiento de los casos febriles y sospechosos de dengue; y habló de reforzar, por parte de los organismos competentes, la identificación de violaciones e incumplimientos de medidas antiepidémicas, a tenor de la legislación vigente. Igualmente hizo hincapié en incrementar la búsqueda activa de pacientes con manifestaciones clínicas de arbovirosis; así como en el pesquisaje del total de la población ubicada en los alrededores de un foco o de un caso sospechoso.
«Recuerden que el dengue mata», expresó José Angel Portal Miranda, y entre las acciones también incluyó la comunicativa; al tiempo de organizar labores de higienización y erradicación de posibles criaderos en comunidades, centros laborales y escolares.
A propósito del nuevo desafío, el Jefe de Estado subrayó la pertinencia de aprovechar estos espacios de cada martes para ir hacia un momento diferente, para analizar el comportamiento de la COVID-19 que ya «vamos eliminando», y para ir viendo el dengue con otra perspectiva: mirando, desde la ciencia, cuánto más puede hacerse para enfrentar esa dolencia.
En los hábitos está la clave
En cuanto a la situación epidemiológica, el pronóstico para las próximas semanas es que se mantenga el control de la COVID-19 para todo el país, y que la inmunidad se mantenga elevada; mientras el pronóstico en cuanto al número de los fallecidos es que continúe casi nulo. Las afirmaciones fueron compartidas este martes, también desde el Palacio de la Revolución, por el doctor en Ciencias Raúl Guinovart Díaz, decano de la Facultad de Matemática y Computación de la Universidad de La Habana.
El experto ofreció esta actualización de los modelos matemáticos de pronósticos, en la reunión de expertos y científicos para temas de salud, la cual estuvo encabezada por el Presidente Díaz-Canel, por el primer ministro, Manuel Marrero Cruz; así como por la vice primera ministra, Inés María Chapman Waugh.
«Todavía el peligro de la epidemia no ha pasado», alertó el profesor, quien tomando como apoyatura una lámina elaborada por la Organización Mundial de la Salud, dijo que, a pesar de que ha disminuido el número de casos a nivel internacional, todavía hay regiones como la de las Américas, donde se constatan situaciones crecientes de casos confirmados. Y en ese punto el Presidente Díaz-Canel no pasó por alto que incluso hay lugares del planeta donde se están produciendo rebrotes de la epidemia.
Desde otra arista del análisis, Guinovart apuntó que en Cuba llevamos más de 40 días sin tener fallecidos, los casos críticos prácticamente han desaparecido, y los casos graves también, lo cual «habla muy en positivo de la inmunidad que se ha alcanzado con el proceso de vacunación y todo lo que se ha hecho en materia de refuerzo».
Las provincias de La Habana, Mayabeque, Matanzas y el municipio especial Isla de la Juventud –alertó el experto– han experimentado un ligero aumento de los casos, sobre todo La Habana, donde «se han acumulado 114 casos positivos en los últimos 15 días».
«En todas las provincias se mantendrá la tendencia al control y el descenso de los casos, excepto en La Habana, donde pueden continuar creciendo lentamente el número de casos confirmados», señaló.
Alerta ante las enfermedades no transmisibles
El segundo punto en la agenda de la reunión de los expertos y científicos versó sobre la prevención y control de las enfermedades no transmisibles y sus factores de riesgo en Cuba. El desarrollo del tema estuvo a cargo del doctor Salvador Tamayo Muñiz, director del Departamento de Enfermedades No Transmisibles del Minsap, quien comentó que, desde 1975, la Isla «viene dando pasos y estableciendo una tradición en el abordaje de estos asuntos», y puso como ejemplo el Programa de Hipertensión Arterial –definido por el país caribeño justamente en 1975–, el cual es referente para la OMS.
El especialista hizo referencia a la Encuesta Nacional de Salud, realizada de 2018 a 2020, cuyos resultados están disponibles. Sobre el estudio, apuntó que tiene como antecedentes tres encuestas nacionales sobre factores de riesgo, y ahora presenta importantes asuntos asociados a la salud, a punto de partida de una exploración que abarcó a la población cubana a partir de los seis años, que abordó 41 municipios, 491 consultorios, 7 217 viviendas, 14 339 adultos y 1 554 niños.
Tamayo Muñiz expresó que los llamados factores de riesgo deben ser enfocados como enfermedades; e hizo referencia al tabaquismo, al alcoholismo y al sedentarismo. «Nueve de las diez enfermedades principales que matan a los cubanos –aseveró– están en el grupo de las enfermedades no transmisibles y otros daños y desviaciones de la salud».
«A la COVID-19 debemos la pérdida de 8 529 cubanos» –resaltó–; pero no pasó por alto que «las cuatro causas principales del cuadro de mortalidad, que representan prácticamente un 63 % de la mortalidad de las cubanas y los cubanos, están representadas en las enfermedades cardiovasculares, la mortalidad por cáncer, las enfermedades respiratorias crónicas y la diabetes».
El tabaquismo fue señalado como uno de los grandes problemas asociados a la mortalidad en Cuba. «Tenemos –aseguró– la segunda tasa más elevada de tabaquismo en la región de las Américas, solo superados por Chile. El tabaco está produciendo la mayor cantidad de muertes y de discapacidad en nuestro país, seguido de la hipertensión arterial».
«Obesidad, hipertensión arterial y tabaquismo, esos son los tres factores de riesgo, debemos decir tres enfermedades que están acelerando el cuadro de mortalidad prematura en nuestro país (muertes entre los 30 y los 70 años)», afirmó Tamayo Muñiz.
El especialista hizo alusión a la esperanza de vida saludable como el indicador que debe ser la brújula de la estrategia que Cuba tiene concebida hasta 2025 para enfrentar esta situación. Y el enfoque preventivo, destacó, debe primar en todo.
Al valorar lo escuchado, el Presidente Díaz-Canel Bermúdez dijo que «hay que echar la batalla, y hay que ganarla». Entonces se sumaron las voces en pos de poner la investigación novedosa en función de apoyar la lucha por reducir las enfermedades crónicas no transmisibles; o sobre premisas como la comunicación o el diagnóstico temprano y un tratamiento que lleve a detener la progresión de una dolencia.
A propósito de la estrategia, el Jefe de Estado habló sobre la necesidad de compartir sus contenidos a todos los niveles de dirección del país y llegar hasta los municipios. «Creo –razonó– que es un tema que vale la pena» llevar incluso al Parlamento: «Esto lo vamos a defender con conciencia primero», aseguró el dignatario, quien destacó el valor de que las personas asuman posiciones responsables.
En lo referente a lograr un avance en el país si se trata del trabajo frente a las principales causas de muerte, Díaz-Canel habló de piezas vitales en un engranaje de prevención y de responsabilidad: las personas, las familias, las instituciones; y definir lo que le toca asumir a cada cual, dijo, con particular énfasis en la dimensión de la conducta.
(Con información de Granma)