Todo lo que estimule la producción es favorable

«Todo lo que estimule producción, elimine trabas y beneficie al productor, es favorable», consideró el Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, al encabezar, este martes, un encuentro de trabajo con expertos y científicos de diferentes ramas, así como representantes de varias instituciones cubanas, en el cual se propuso un conjunto de medidas encaminadas a dinamizar el sector agropecuario.

La decisión que se aleje de esos tres principios no tiene sentido, señaló el Jefe de Estado. El propósito esencial es resolver el problema de la producción de alimentos en Cuba –enfatizó– el cómo, y también qué es posible hacer en las actuales circunstancias, son retos cuya solución define el éxito, pues nada de lo que nos planteemos puede estar alejado de la verdadera situación que tiene el país.

Diversos y enriquecedores análisis se suscitaron durante el debate, que se extendió por espacio de casi tres horas, y en el cual se habló «a camisa quitada» sobre un asunto que ha sido considerado por el Gobierno cubano como de seguridad nacional, dado el impacto que tiene, no solo en el desarrollo económico de la nación, sino también en la cotidianidad de nuestro pueblo.

Esta es una demanda insatisfecha de la población, y a pesar de la amplitud de las acciones que se han realizado, todavía no se logra el impacto real que se necesita, reconoció el primer ministro Manuel Marrero Cruz durante el encuentro, en el cual además participaron el miembro del Buró Político del Partido y vicepresidente de la República, Salvador Valdés Mesa, así como los vice primeros ministros Inés María Chapman Waugh y Jorge Luis Tapia Fonseca.

¿Cómo tener un plan concreto que conduzca a una transformación profunda en el sistema de la agricultura cubana, y finalmente lleve a esa soberanía alimentaria que tanto hemos defendido? Es ese uno de los principales propósitos de estas nuevas propuestas.

Siete fueron los grupos de trabajo creados para dar respuesta al mandato hecho a la ciencia por el Gobierno cubano. Según detalló Carlos César Torres Páez, director del Centro de Estudios de Dirección, Desarrollo Local, Turismo y Cooperativismo (Cegesta), adscripto a la Universidad de Pinar del Río, teniendo en cuenta las evaluaciones realizadas en cada uno de ellos, se definieron los elementos más urgentes, a partir de los cuales es posible generar una transformación inmediata en el proceso de desarrollo e incremento de las producciones agropecuarias, sobre todo, de cara a la campaña de primavera.

Para una mejor organización, precisó, las medidas se dividieron en tres bloques, donde se agrupan las principales problemáticas que hoy tenemos a más corto plazo: electricidad, combustible y agua, gestión de insumos e inversión, y financiación del sector agropecuario.

Lo analizado este martes, que tiene como eje central al productor, incluye una nueva evaluación de las tarifas de electricidad, combustible y agua, y de los precios de los insumos fundamentales, sobre la base de la revisión de las fichas de costos, los márgenes comerciales, que aplican las comercializadoras, y la eliminación de intermediarios innecesarios; así como otras asociadas a incentivos fiscales adicionales.

Estas propuestas no son para decir verdades absolutas, sino para buscar soluciones, se coincidió en destacar durante el intercambio, matizado por la certeza de que para lograr verdaderos resultados productivos se requiere de la labor concertada de todos, y trabajar con suma integración.

Bajo el precepto de hacer sostenible cada una de las acciones que más adelante sean aprobadas, se enfatizó, además, en la importancia de concebir, como parte de todo lo que se implemente, el efecto que puede tener en los productores, quienes, en algunos casos, han estado limitados para adquirir insumos o vender productos de manera directa.

«No nos podemos cruzar de brazos ante la actual situación, hay que producir alimentos», subrayó el Presidente Díaz-Canel. Y no solo producir, reflexionó, sino producir más y de otras maneras, con otras técnicas y tecnologías que nos permitan resistir y pasar esta etapa. La actitud ahora no es cruzarse de brazos para ver qué sucede, es hacer.

 

 

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