Díaz-Canel: «Como en Girón, seguiremos venciendo»

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Al iniciar sus palabras, el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República –ratificado en esta Asamblea–, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, felicitó a los compañeros que ocupan la dirección de la dirección del Parlamento, del Consejo de Estado y el Consejo de Ministros.

«Felicidades a todos en el día de la Victoria», dijo. El 19 de abril de 1961, en las arenas de Playa Girón, Cuba ganó el derecho a celebrar este día al propinar la primera gran derrota al imperialismo en América.

Expresó que se trata del triunfo de lo justo sobre lo injusto, del pequeño David frente al gigante Goliat, de una revolución socialista frente a las narices de un imperio, como refiriera Fidel en 23 y 12 en el preludio de la invasión.

Es tan ética esta victoria, dijo, que 62 años después, los derrotados no han podido perdonarnos, y es gracias a esa victoria que hoy instalamos, por décima vez, la asamblea del pueblo.

Añadió que quienes recién juraron como diputados, están para defender los intereses de la mayoría y no vamos a cobrar más o a recibir prebendas por ejercer de diputados, como sí ocurre en tantos países que presumen de modelos democráticos y multipartidistas.

«Cuba defiende el partido único, garantía de la unidad desde que José Martí fundó el Partido Revolucionario Cubano, porque está en la raíz de nuestra historia y porque no se confrontan las fuerzas de una pequeña nación que hace 200 años fue declarada como apéndice para anexar al poderoso vecino», agregó. 

Díaz-Canel recordó que, en unos días, el 28 de abril, se cumplirán dos siglos de que se dejara definida para Cuba la teoría de la Fruta Madura.

Señaló que, desde aquel anuncio, hasta la promulgación de la Doctrina Monroe, transcurrieron meses; pero desde entonces y hasta los días que corren, la política del vecino poderoso ha sido una sola, aunque saquemos dos partidos en el poder.

Comentó que el poderoso vecino sigue siendo generoso con los «prestados» para destruir a la Revolución y cada año destina decenas de millones de dólares a quienes ofrecen para subvertir el orden interno de Cuba, ya sea de modo presencial o vía internet.

Aseguró que ni un solo día en estos años hemos dejado de sentir los golpes de esa guerra no declarada contra la economía y la sociedad, contra la vida cotidiana y los sueños de progreso de toda una nación.

Así como recordamos Girón, agregó, recordaremos siempre la crueldad del bloqueo reforzado en condiciones de pandemia y la infama inclusión de Cuba en una lista de supuestos países patrocinadores del terrorismo para sitiar todas las vías financieras.

«De todas esas batallas va saliendo vencedor el pueblo y no tengo ninguna duda de que, como en Girón, seguiremos venciendo», acotó.

Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Presidente de la República de Cuba Foto: José Manuel Correa

El jefe de Estado señaló que Cuba mantiene intacta su línea de principios y su disposición al diálogo, pero sin presiones ni condicionamientos.

Díaz-Canel agregó que un día, más temprano que tarde, Cuba podrá probar hasta dónde puede llegar una nación de gente joven, creativa y talentosa en torno a objetivos claros si se le libera de presiones y bloqueos

Ahora, convocó, concentrémonos en lo que nos toca y podemos hacer, incluso, atados de pies y manos.

Destacó que, para pensar y trabajar unidos, pasando por encima de esas condiciones que no podemos cambiar, se juntan en esta Décima Legislatura.

«Todos nosotros tendremos ahora menos tiempo para nuestras familias y profesiones, menos horas de descanso. Solo nos esperan mayores responsabilidades y un elevado deber: sentir al pueblo de Cuba conectado siempre con su gente y sus necesidades», afirmó.

Consideró que a la nueva legislatura la deberá distinguir el contacto permanente con los barrios, las comunidades, con los que nos eligieron, conscientes de que no podemos hacer milagros, pero sí podemos transformar la desafiante realidad de Cuba si logramos crear la sinergia indispensable entre los esfuerzos individuales y colectivos, entre los barrios, los municipios y las provincias.

EN ESTA ASAMBLEA ESTÁ EL PUEBLO DE CUBA

El mandatario cubano significó la presencia en la plenaria de invitados especiales, como los rescatistas de la explosión del Hotel Saratoga y del incendio en la base de los Supertanqueros de Matanzas, creadores de vacunas y medicamentos que nos salvaron de la COVID-19, e innovadores e investigadores que han participado en la creación de ventiladores pulmonares, de prótesis de cadera y de piezas para plantas eléctricas.

También destacó la asistencia de estudiantes y trabajadores que prestaron servicio en zona roja, personas que ayudaron a la reconstrucción en Pinar del Río tras el devastador huracán Ian, juristas que nos acercaron a la compresión del Código de las Familias, líderes de proyectos comunitarios, y delegados de base con un papel destacado, entre otros que, según palabras del Presidente, no podrían estar, pues no alcanzaría el auditorio. «Por eso, en esta Asamblea está el pueblo de Cuba», expresó.

Al referirse a la situación que ha vivido el país, refirió que ninguna solución de inteligencia artificial podría resumir la proeza del pueblo cubano en estos últimos años. «Cuba es un sentimiento y una fuerza capaz de enfrentar y vencer los peores vendavales».

En lo inmediato, recalcó, la misión principal debe centrarse en la producción de alimentos, el aprovechamiento de las capacidades productivas, el incremento de los ingresos en divisas, las transformaciones que requiere la empresa estatal socialista, la eficiencia del proceso inversionista, la complementariedad de los actores económicos y su participación en el perfeccionamiento.

Todo ello, dijo, en función de incrementar la oferta de bienes y de servicios y controlar la inflación, lo que se constituye en la principal prioridad de trabajo dentro de la batalla económica.

Señaló que, con el recrudecimiento del bloqueo, la crisis mundial y nuestras incapacidades, la situación económico-social del país se ha complejizado, «pero si repasamos la dinámica de los últimos cinco años, comprobaremos que en las peores circunstancias y las más criminales presiones, nos convertimos en uno de los pocos países que se salvó a sí mismo de la pandemia, con sus propios esfuerzos».

Recordó que, en los últimos seis meses, se han realizado en el país tres procesos electorales de participación popular, en medio de condiciones difíciles de crisis y bajo el ataque de una campaña mediática auspiciada por el enemigo.

El verdadero enemigo de la nación cubana, que apuesta al estallido para apoderarse del país, vio en cada una de las votaciones recientes un momento clave en las posibilidades de ataque al gobierno y centró sus esperanzas en la posibilidad de un alto abstencionismo, alertó.

Los que vaticinaban una alta abstención, añadió, volvieron a quedarse con las ganas. «Ese 75,8 % de participación no hubiera sido sin la confianza del pueblo en la Revolución, y esa confianza se expresa en la participación», destacó.

«Esa confianza no la podemos defraudar. Nos tiene que comprometer más a todos», sentenció, al tiempo que instó a trabajar por todo el país, a acompañar a las autoridades locales, a escuchar a la gente y llevar a instancias superiores problemas que sobrepasan las posibilidades del pueblo, para poner avances cotidianos en las soluciones.

JAMÁS RENUNCIAMOS A CONSTRUIR UN PAÍS MEJOR

Son los sueños todavía los que tiran de la gente, como un imán que los une cada día, cantaba Gerardo Alfonso en un verso que define bellamente el afán colectivo de levantar un país mejor, reseñó el Jefe de Estado.

Puedo afirmar que lo podemos hacer mejor hoy, y mañana los jóvenes lo harán mejor aún, porque quien nació de esos sueños no permitirá sea de otra manera.

Expresó que son los jóvenes los mejores revolucionarios porque reconocen las dificultades diarias y se enfrentan a ella. Lo demostraron defendiendo el Código de la Familia y apoyando todas las batallas justas.

«A cada uno de nosotros nos toca estimular que ese espíritu juvenil se exprese y que demuestre lo que pueden dar y aportar, evitando las manifestaciones que muchas veces atentan contra esas potencialidades y están relacionadas con la falta de atención, celos y prejuicios», dijo.

Hay que convencer, pero sobretodo, probarles a los jóvenes que sí les será posible realizarse en su Patria, que propongan ideas y proyectos en función de un país mejor.

Las medidas que se aprueben no pueden morir por demoras injustificadas en su aplicación. «Cada vez que una solución aparezca debemos colocar delante la impronta del Gobierno», apuntó.

Por otra parte, agregó, debemos defender la relación con los emigrados cubanos. Aspiramos a que respeten el suelo que los vio nacer y los formó.

El Presidente se refirió a quienes, viviendo en cualquier lugar del mundo, conservan el amor hacia su país de origen y los deseos de relacionarse con Cuba a pesar de las montañas obstáculos que les representa. Los que aquí estamos resistiendo y construyendo, contamos con esos cubanos, dijo.

El Jefe de Estado expresó que el proyecto de país que nos hemos propuesto trata de construir un paradigma diferente de sociedad, es un camino difícil, pero mientras mayor sea el desafío, mayor el ímpetu por superarlo.

Recordó que somos herederos de Martí y Fidel, símbolos de la extraordinaria riqueza nacional que sirve de enlace entre generaciones.

A Raúl, continuador de las tradiciones de lucha y guía de quienes asumen las más altas responsabilidades en el país, agradeció por el apoyo y la confianza «que no defraudaremos jamás». Al pueblo, envió el reconocimiento por el valor, su dignidad y su fidelidad como principal protagonista de otro abril de victorias».

Al concluir, Díaz-Canel expresó que la unidad y la victoria son la esperanza, el presente y el futuro de la Patria y el socialismo.

(Con información de Granma)

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