Murió Pelé, pero no el rey

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No por esperada, desde hace exactamente un mes, deja de impactar la noticia. Ha muerto Pelé y el mundo del fútbol llora. A sus 82 años su cuerpo no pudo derrotar al cáncer de colón que le aquejaba y que le obligó en los últimos 30 días a permanecer hospitalizado en un hospital de la ciudad de Sao Paulo.

Brasil y millones de aficionados fuera de sus fronteras hoy sienten que sus vidas han tomado una pausa para rendir honores a uno de los deportistas más grandes de todos los tiempos en la historia de la humanidad. Él lo merece.

Fue un ícono deportivo en una era en que los medios de comunicación no tenían la inmediatez y difusión global que viven en estos tiempos.  «O Rei» regaló con su clase la magia infinita que puede salir de los botines de un jugador. Tocó con sus manos la gloria absoluta una y otra vez: Tres títulos de Campeón Mundial con su país (1958, 1962 y 1970) y varios pergaminos dorados con el Santos, club de sus amores, no bastan para aquilatar la grandeza de su obra.

Le cuentan 1283 goles en su carrera y parecen números de otra galaxia. Jugó al fútbol casi siempre rodeado de grandes estrellas (Didí, Vavá, Garrincha, Zagallo, Rivelinho, Tostao y Jairzinho) y siempre fue el número uno entre ellos sin discusión.

Su sonrisa quedará grabada en la memoria de los aficionados, su talento es digno de mención. Fue un atacante rápido, habilidoso, inteligente, con gran visión de juego y olfato goleador descomunal. El delantero total, capaz de pegarle con potencia de ambas piernas y de cabeza.

Dejó de llamarse Edson Arantes do Nascimento, para ser conocido por todos como Pelé. En esas cuatro palabras se encierra toda su clase. Fue el primero en inmortalizar la camiseta número 10 para aquel futbolista distinto, que por sus cualidades podía definir solo un juego de fútbol.

Con el argentino Diego Armando Maradona siempre estuvo en controversia por el galardón de mejor jugador de todos los tiempos. Tuvieron sus altas y sus bajas, pero al final se reconciliaron a pesar de nunca haber podido jugar juntos. Nunca existirá consenso total sobre quién fue el mejor. La solución es un podio compartido, ambos lo hicieron méritos para compartirlo.

Hoy el cielo en parte está feliz. Cuando falleció Maradona en noviembre de 2020, Pelé escribió en sus redes sociales que un día jugarían juntos en el paraíso. Ese día ha llegado. Obrigado Pelé. Maradona, Di Stéfano y Cruyff te esperan para seguir jugando al fútbol desde la dimensión de los inmortales.

(Con información de Granma)

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