Pese a complejo panorama internacional, Cuba estima un crecimiento del 3 por ciento de su PIB en 2023

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El ministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández, informó ante la Asamblea Nacional del Poder Popular que para el próximo año se espera un crecimiento mínimo del producto interno bruto, a precios constantes, del 3%, a partir de la reactivación de actividades productivas nacionales y una mayor captación de divisas por exportaciones.

Si bien la economía cubana sigue recuperándose, no logra hacerlo a la misma velocidad de la caída sin precedentes de casi 11% que sufrió en 2020, aclaró el ministro en el Palacio de Convenciones de La Habana.

Gil Fernández aseguró que existen las condiciones para lograr los objetivos propuestos y que 2023 sea un mejor año, para lo cual resultará imprescindible el aumento de las exportaciones. 

De acuerdo con lo informado a los diputados, el aumento proyectado se sustenta, entre otras cosas, en el control de la covid-19, en los resultados positivos de las recientes giras internacionales de la dirección del país y de la Feria Internacional de La Habana donde se evidenció el creciente interés del empresariado extranjero en Cuba pese al recrudecimiento del bloqueo de Estados Unidos.

Además, dijo el ministro, se espera una recuperación más dinámica del turismo, la diversificación y complementariedad de los actores económicos, un aseguramiento de los combustibles y de la generación de la energía eléctrica, un incremento de las ofertas a la población y el avance del programa de estabilización macroeconómica.

El plan para 2023 tiene en cuenta, además, el recrudecimiento del bloqueo y un encarecimiento de los insumos, al tiempo que concibe potenciar actividades motrices generadoras de ingresos. 

A la vez, amplió el ministro, se espera que maduren e impacten positivamente las medidas que se han ido aprobando.

De acuerdo con Gil Fernández, las ventas de bienes y servicios en el exterior deben reportar ingresos, como mínimo, en el orden de los 9 755 millones de dólares, 1 037 millones más que en 2022.  

Aunque se trata de una meta ambiciosa, en comparación con 2019, son unos 3 000 millones de dólares menos.

Los resultados previstos para 2023 dependen también de recibir 3.5 millones de visitantes internacionales, el doble de los contabilizados este año.

Para respaldar la canasta familiar normada se planifican 1 648 millones de dólares, detalló el ministro y se refirió a la compleja realidad en la que se ejecutan las importaciones, en un escenario donde suben los precios de productos como el aceite, el arroz, la leche en polvo, el trigo y el maíz.

“No estamos en una burbuja, a eso llamamos inflación importada, aquí las ecuaciones no son sencillas”, dijo Gil Fernández.

Se planifican incrementos en la producciones nacionales de arroz, frijoles, viandas, hortalizas, entre otros. 

Con respecto a las inversiones, mencionó que se planifican importantes proyectos en los sectores de la vivienda (30 140 nuevas viviendas), recursos hidráulicos, turismo (son de continuidad), en las industrias alimentaria y electroenergética, entre otros.

Puntualizó que el 49% de las inversiones se concentra en alimentos, fuentes renovables de energía, la fábrica de cemento y acero, el programa de la vivienda y el turismo, al tiempo que enfatizó que no podemos descuidar las inversiones, porque generan desarrollo.

En la industria azucarera, se proyecta alcanzar una cifra baja (455 200 toneladas), destinando 90 000 toneladas a la exportación.

En cuanto a los combustibles, se planifican 7 866 000 toneladas, entre la producción nacional y las importaciones, que costarán, según lo diseñado, 4 413 millones de dólares.

Por otra parte, añadió el ministro, se proyecta una generación de energía de 20 140 GWh (similar a 2019), que respalda el consumo de la economía y el de la población, y que costará unos 500 millones de dólares.

Construir una termoeléctrica nos lleva dinero y mucho tiempo, por tanto las “patanas” son la vía más expedita para resolver el déficit de generación, pero la energía generada se paga diariamente en divisas, comentó.

Gil Fernández puntualizó que la generación térmica aportará el 50%, mientras la móvil respaldará el 15%, los motores diésel el 6.7%, la fuel oil el 9.9% y las fuentes renovables de energía el 2.8%.

(Con información de Cubadebate)

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