Polo minero-metalúrgico de Moa, alta prioridad para el país

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La inyección de divisas frescas que ramas como el turismo, la biotecnología y el níquel procuran proporcionar a la economía cubana, suele ocurrir bajo los influjos del bloqueo estadounidense, los vaivenes de los precios internacionales, los problemas de las cadenas de logística y conflictos geopolíticos a escala global.

Son factores externos que obligan a contrarrestarlos en lo posible con una mayor eficiencia, previsión y sentido de la urgencia, por lo cual bajo tales premisas en la última semana Alejandro Gil Fernández, vice primer ministro y ministro de Economía y Planificación, recorrió este polo minero-metalúrgico, donde radica la industria niquelífera, en el municipio holguinero de Moa.

Según explicó a la Agencia Cubana de Noticias el doctor en Ciencias Juan Ruiz Quintana, director general de Minería del Ministerio de Energía y Minas (Minem), en las reservas mundiales de níquel (Ni) y cobalto (Co) Cuba ocupa el quinto y tercer lugares, respectivamente.

La mayor explotación de los yacimientos se ubica en esta zona del oriente cubano, donde están las empresas productoras Comandante Ernesto Che Guevara y mixta Moa Níckel SA Comandante Pedro Soto Alba, la cual comparte administración con la compañía canadiense Sherritt International.

El incumplimiento hasta la fecha del plan de producción, por ser los niveles de eficiencia metalúrgica más bajos que los planificados a partir del menor contenido de Ni y Co en el mineral procesado, así como las dificultades en la recepción de suministros o materias primas indispensables de importación, caracterizan, en general, el panorama de esas entidades e inciden en los resultados económicos.

Con los directivos de la OSDE Cubaníquel, con expertos de la Universidad Doctor Antonio Núñez Jiménez, de Moa, y con los consejos de dirección de las fábricas, el vice primer ministro analizó la situación financiera en la búsqueda de soluciones y cómo disminuir los costos en las operaciones del flujo productivo, además de pagar en tiempo las cuentas o compromisos contractuales.

Bien compleja es la realidad y así lo valoró Gil Fernández al señalar que los precios del níquel y el cobalto se comportan por debajo de lo que el país había planificado vender, pues aumentaron los niveles de oferta de estos metales a nivel internacional y también el costo de las materias primas importadas.

Ello obliga a controlar mejor los costos para garantizar las exportaciones, lo cual se puede alcanzar con mayores producciones y más eficiencia.

Como parte del proyecto de desarrollo geólogo-minero que conduce el Minem en el Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social del país hasta el 2030, para diciembre de 2023 la Pedro Sotto Alba, cuya capacidad de producción supera las 34 000 toneladas, debe contar con una nueva planta de pulpa de minerales.

El programa inversionista contempla, además, concluir en noviembre del 2024 otra unidad de lixiviación, conocida como el sexto tren, donde se desarrollan las reacciones químicas principales de ese proceso tecnológico, operación que consiste en la separación de una o varias sustancias contenidas en una matriz de pulpa, y así incrementar en más de 5 000 toneladas la producción.

Surgida en diciembre de 1994, la empresa mixta se dedica a producir y comercializar sulfuros mixtos de níquel más cobalto, y a la producción, venta y entrega de ácido sulfúrico a entidades nacionales.

Dada la importancia estratégica de la industria niquelífera como una de las principales fuentes de financiamiento, Gil Fernández indicó hacer todo lo necesario para mantener la rentabilidad en divisas, no sin antes abordar con directivos y especialistas posibles vías para mejorar los indicadores de eficiencia, de acuerdo también con las tasas oficiales del cambio monetario.

En la Che Guevara se interesó por la capacidad de importación de los portadores energéticos y otros insumos necesarios en la obtención del producto principal, óxido de níquel (sinter de níquel), así como de recursos destinados a la capitalización de la industria, afectados como consecuencia del bloqueo y del impacto de la covid-19 en la economía global.

En ambas fábricas indagó por la mitigación del impacto medioambiental de la industria, la marcha de las inversiones, el uso de piezas de repuesto de factura nacional, el salario de los trabajadores y el aporte del 1% de las exportaciones de níquel a la contribución territorial, con vistas a avanzar en el mejoramiento de la calidad de vida de la población y del desarrollo económico de Moa.

Porque sin dejar de reconocer la importancia estratégica de ese y otros rubros, la gente y en especial los jóvenes deben saber cuánto representa para sus proyectos de vida contar en la zona con una industria de amplias perspectivas.

El níquel es imprescindible para obtener acero inoxidable y aleaciones resistentes a la corrosión; el cobalto se utiliza en la fabricación de baterías destinadas a teléfonos celulares y automóviles, así como turbinas de avión.

Son metales vitales para la transición energética y las denominadas economías verdes o limpias, puntualizó a la ACN el doctor en Ciencias Juan Ruiz Quintana.

La demanda de níquel, cobalto y litio crecerá en los próximos años por el impulso de las tecnologías emergentes de la cuarta revolución industrial y el amplio uso en productos novedosos y tecnologías modernas como los vehículos eléctricos, dijo el director general de Minería del Minem.

En estos retos participan las entidades de ciencia, tecnología e innovación, integradas con la Universidad de Moa, centro rector formador de profesionales y cuadros de la industria y del propio municipio, y así lo constató el vice primer ministro y ministro de Economía y Planificación durante un encuentro con líderes de proyectos de la casa de altos estudios.

(Con información de ACN)

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